Menorca

Para los fenicios era la isla de Nura (tierra de fuego), para los griegos Meloussa (lugar de ganado) y su origen latino hace referencia a Minurca, una isla menor que Mallorca .

Menorca es la isla más oriental de las Baleares y la segunda de mayor extensión del archipiélago, a pesar de ello para conocer sus rincones no tendrás que conducir hasta la extenuación. Para llegar hasta ella podemos hacerlo bien en ferri o en avión; Menorca cuenta con aeropuerto y está situado en la ciudad de Mahón. Una vez en tierra, si habéis optado por el avión y no habéis hecho una reserva previa, podréis alquilar vuestro vehículo en el mismo aeropuerto.

Respecto al alojamiento Menorca ofrece bastantes posibilidades. Hay numerosas ofertas en webs de alquiler privado a gusto del consumidor; también existen numerosos alojamientos rurales si vuestra escapada tiene como objetivo desconectar completamente, el hotel de toda la vida e incluso unos cuantos hotelitos con encanto en la tranquila Ciutadella como Cheap & Chic o 971 Hotel con encanto, ambos situados en el centro de la urbe en una zona muy tranquila.

La amplia oferta de Menorca no sólo se encuentra en su alojamiento, sino también en las numerosas actividades que nos ofrece: senderismo, paseos a caballo, surf de remo, submarinismo, actividades culturales… por lo que la isla es una buena opción para visitarla en familia. Además de todo ello también podremos descansar en sus maravillosas playas, algunas de ellas casi vírgenes y otras con servicios a pie de playa; para gustos los colores…

Las playas tienden a ser diferenciadas entre las del del norte y las del sur, cada una con su encanto particular. Las más conocidas son las del sur por lo tanto, suelen tener mayor afluencia de turistas. No obstante no hay que olvidar que en la zona septentrional también encontramos calas maravillosas, de aguas cristalinas y fondos aún más espectaculares. Así pues, siguiendo con esa división, empezaremos con las playas del sur y de oeste a este.

Son Saura es una de las playas vírgenes más grandes. Para llegar hasta ella hay que dirigirse a Ciutadella y coger el Camí de Sant Joan de Missa, por la Ronda Sur de Ciutadella. Una vez en el Camí de Sant Joan de Missa, hay que seguir las indicaciones de los carteles durante 12 km.Su agua clara contrasta con la cantidad de algas que posee su orilla

A pesar de ello son Saura es un buen punto de partida para llegar a una cala casi escondida, de gran tranquilidad, salvo en temporada alta, y de dimensiones mucho más reducidas: Es Talaier. Para llegar a este maravilloso enclave tendréis que dirigíos hacia la izquierda de Son Saura y tomar el Camí de Cavalls durante unos 15 minutos. Es un camino sencillo que merece la pena ser andado.

Macarela y Macareleta, casi las calas más famosas de la isla, de arena blanca, agua turquesa… Situadas en el término de Ciutadella para llegar hasta ellas tendréis que tomar la ronda sur y seguir las indicaciones. Aunque no tienen servicios sí cuentan con aparcamiento limitado por lo que para visitarlas tendréis que madrugar. El inconveniente de la mayoría de calas conocidas y con aparcamiento en sus inmediaciones es que, a pesar de lo maravilloso de su arena y el color de su agua, suelen estar bastante concurridas; hay que tenerlo en cuenta para no pensar que vamos a encontrarnos con una cala para nosotros solos. Así pues, al llegar os encontraréis con Macarela y tomando un camino a la derecha de la playa (mirando hacia el mar) podréis llegar hasta Macareleta, algo más pequeña. Hay que tener en cuenta que es posible encontrarse con algas en la orilla de Macarela, si os incomodan demasiado siempre podéis relajaros en Macareleta.

Tampoco podemos dejar de mencionar Cala Turqueta, que junto con Macarela y su hermana pequeña es de las más conocidas, y probablemente de las más concurridas, de la isla. Para llegar a ella tendremos que dirigirnos hacia Ciudadela y desde la ronda veremos los carteles que ya he mencionado y que nos indican la entrada al estacionamiento para Macarela. También tendréis que madrugar si queréis encontrar sitio y poder acceder. Uno de los inconvenientes que tiene esta cala es que en ella desembarcan cientos de turistas que llegan desde Ciudadela lo que en ocasiones provoca que, junto con el resto de embarcaciones que en ella encontramos, el agua no esté todo lo limpia que uno desearía. Es una buena cala para iniciarse en Menorca.

Seguimos desplazándonos hacia el este hasta llegar a Cala Mitjana y su hermana pequeña Mitjaneta. Para llegar hasta ellas tendremos que dirigirnos hacia Ferreries y bien antes (si vas desde Ciutadella) o bien después (si vas desde Mahón) tomaremos el desvío que nos indique Cala Galdana. Seguiremos las indicaciones hacia esta cala y antes de llegar nos aparecerá la indicación de Cala Mitjana. Hay que ir atento pues el acceso se hace desde la carretera que lleva a Cala Galdana, quedaría a nuestra izquierda. Allí tomamos una pista de tierra que es el aparcamiento donde dejaremos nuestro vehículo. Desde allí caminaremos unos diez minutos hasta llegar a la arena. Cala Mitjana suele tener gran afluencia en las horas matinales, por lo que aconsejo visitarla entrada la tarde si se busca más tranquilidad; es una cala estrecha pero con un amplio arenal. Nuestra cala carece de servicios, pero la precede un pequeño pinar apto para hacer picnic.

Desde la misma arena a mano derecha aparece el sendero para ir hacia Mitjaneta, mucho más pequeña, pero tan bonita o más que Mitjana, y hacia la izquierda encontramos el sendero para ir a Trebaluguer, nuestra siguiente parada. Para llegar hasta esta cala tendremos que caminar por el sendero mencionado siguiendo las indicaciones. Nuestra recompensa es una preciosa cala de arena blanca y agua turquesa sin a penas turistas. Una buena opción es visitar esta cala por la mañana y a la vuelta visitar Mitjana y Mitjaneta, así nuestro trayecto será más llevadero.

Continuamos para bingo con Cala Escorxada. Esta cala levanta pasiones y crea grandes expectativas. Es una cala alejada y codiciada por su aire paradisiaco por lo que, aunque parezca increíble, nos encontraremos con gente, aunque no demasiada, además de los barcos que fondean en sus aguas. Existen varias alternativas para llegar a Escorxada, pero la más sencilla es la siguiente: Nos dirigiremos hacia Santo Tomás siguiendo las indicaciones; una vez allí aparcaremos nuestro vehículo en el aparcamiento de arena habilitado y caminaremos hacia el restaurante es Brucs donde nos encontraremos un cartel en el que se indican las calas cercanas y la distancia a cada una de ellas. Así pues, tomaremos el sendero que queda a mano derecha y pasa por detrás del restaurante. Lo continuaremos durante algo más de media hora. El camino está muy bien indicado, atraviesa el pinar y bordea los acantilados, dato a tener en cuenta para aquellos que sufran de vértigo. Os recomiendo llevar calzado cómodo donde no entran las sandalias de playa (chanclas).

El camino hace su primera parada en Cala Escorxada; para los más aventureros podéis seguir la ruta hasta Cala Fustem.

Binigaus es esa playa que muchos olvidan en su afán por llegar a Escorxada, pero sin duda es un alto en el camino más que obligado. Según discurráis por el sendero que he mencionado encontraréis varias «entradas» a esta alargada cala de agua cristalina y tranquila, de poca profundidad y arena blanca. Nada que envidiar al Caribe, salvo la escasa orilla. A pesar de ello, seguro encontráis un hueco donde extender la toalla. Es una cala que no debéis dejar de visitar y que aumenta su encanto a medida que caminas por ella en busca del lugar perfecto.

Nuestro recorrido por las playas del sur termina en Son Bou, una playa completamente distinta a las dos anteriores. Son Bou es una buena opción para esos días en los que la pereza nos pueda ya que podemos llegar hasta ella sin necesidad de caminar demasiado. Cuenta con todos los servicios, restaurante, zona recreativa… por lo que como ya habréis adivinado suele ser una playa con bastante afluencia, a pesar de ello hay que destacar que el arenal más extenso de la isla.

Podríamos seguir mencionando las calas del sur, pero como ya hemos dicho en el norte hay calas que no tienen nada que envidiar a las ya citadas. Antes de dirigirnos hacia el norte propiamente dicho, tenemos una primera parada en Cala en Brut, muy cerquita de Ciudadela. A esta cala tenemos que llegar tomando el desvío desde la ronda de Ciudadela hacia Cala en Blanes. En la primera rotonda ya aparecen las indicaciones hacia Cala en Brut. Lo que caracteriza a esta cala son sus plataformas de cemento, si esperáis encontrar arena blanca este no es el lugar adecuado. La gente acude a esta playa para dar rienda suelta a su espíritu aventurero y saltar desde las plataformas que llegan a alcanzar los diez metros de altura. Para disfrutar de su agua turquesa y sin oleaje no es obligatorio probar las plataformas ya que cuenta con acceso a través de escaleras. La playa se encuentra entre dos paredes rocosas sobre las que se sitúan las plataformas; para ir de una a otra puedes hacerlo cruzando la playa a nado o con el coche continuando la carretera hasta la urbanización Los Delfines. Antes de llegar a la entrada deberás tomar la calle que sale a tu izquierda y dejar ahí el coche. Desde el aparcamiento hay un cartel a la entrada de un estrecho sendero, tendrás que caminar un poquito hasta llegar a las plataformas.

Ahora sí comienzan las playas del norte.
Empezaremos nuestro recorrido, de nuevo, por el oeste y la primera parada la haremos en Cala Morell. Es una pequeña cala que nos ofrece un montón de posibilidades. Podríamos dividirla en tres zona si nos posicionamos frente al mar: La zona de la izquierda, rocosa y con una menor cantidad de plataformas de cemento y con mayor número de bancos de arena blanca y más cerca de la zona de anclaje de los barcos. Sobre este lado encontraremos el único chiringuito de la playa que nos ofrecerá unas vistas panorámicas durante todo nuestro avituallamiento. La zona centro podríamos considerarla la playa en sí. De arena pero salpicada por algunas piedras es posiblemente la zona en la que encontraremos más afluencia. El margen derecho es algo más estrecho que los anteriores y en él se han construido plataformas de cemento para poder acceder al agua. Esta zona es completamente rocosa por lo que recomiendo usar un calzado acuático adecuado si queréis disfrutarla al cien por cien. Aunque a muchos decepcione por no ser la típica cala de arena blanca, es algo completamente diferente y posee un fondo marino con una gran variedad de especies, lo que junto a su agua completamente en calma hace que sea un espacio muy adecuado para practicar snorkel.

Para llegar hasta allí debéis de seguir las indicaciones que desde Ciutadella os indican Cala Morell. Os llevarán hasta la urbanización que rodea la cala. Una vez en la urbanización las indicaciones son algo más confusas. Debéis estar atentos y guiaros por donde, obviamente, señala a las playas. Es posible que terminéis en la zona de la necrópolis talayótica (que de paso podéis visitar gratuitamente) pero desde allí se puede acceder también a la playa; la diferencia  es que en uno lo haréis desde el aparcamiento para los coches con barca, por lo que tendréis que caminar algunos metros hasta la playa, mientras que la otra opción es que accedáis desde el propio parking de Cala Morell, no es muy grande y desde él tendréis que bajar por unas escaleras que dan acceso a la cala.

Seguimos hacia el este y nuestra siguiente parada es Cala Pilar. De nuevo una cala completamente diferente a lo que estábamos acostumbrados a encontrarnos por el sur. Aquí el paisaje da un giro de 180 grados y torna a un color rojo oscuro, característico del suelo arcilloso; la arena también cambia de tonalidad y juega a mezclar el dorado y el rojizo. Agua cristalina y con alguna zona de roca combinada con un pequeño arenal. Rodeada de una tímida vegetación y sobre la que en ocasiones podemos encontrar alguna que otra cabra.
Para llegar podrás hacerlo desde la carretera principal de la isla (Maó-Ciutadella) y tomar el desvío que indica Camí del Pilar en el kilómetro 34. Tomado el desvío llegaréis hasta el aparcamiento donde tendréis que dejar el vehículo y continuar por el sendero que atraviesa el bosque de 30 a 40 minutos. Durante el camino dos puntos de referencia ya próximos al destino: El magnífico mirador sobre el que podréis contemplar toda la cala y las dunas de arena que por un momento te harán sentir en el desierto. La cala no cuenta con ningún tipo de servicio y no suele tener gran afluencia. Una manera más rápida de llegar a la cala es desde la Cala Es Alocs, que también cuenta con un parking y el tiempo de recorrido entre esta cala y Cala Pilar es más reducido (10-15 minutos) aunque no más sencillo. Para llegar a este punto tendréis que coger el Camí Es Alocs desde la carretera que une Ciudadela con Ferreríes, un camino que continuaremos durante unos 6 kilómetros.

Cala Pregonda es la penúltima parada. Esta cala nos ofrece, gracias a su amplitud, la posibilidad de disfrutar de una jornada de arena o roca. Pero antes nos situaremos: Para llegar hasta allí debemos de dirigirnos a Es Mercadal para tomar la carretera que lleva a Fornells. Desde allí seguiremos las indicaciones hacia playas de Cavallería. Una vez tomado el camino nos irán saliendo indicaciones que tendremos que seguir. Debéis de tener en cuenta que llegados a un punto la carretera se transforma en camino y tendremos que seguirlo hasta llegar al parking de Cala Pregonda, donde tendremos que dejar nuestro vehículo. Os aconsejo que una vez lleguéis a la zona de aparcamiento apuréis hasta llegar a su final ya que en ocasiones siempre hay algún sitio libre y cuando hagáis el camino de vuelta agradeceréis tener el coche algo más cerca. Una vez estacionados seguiremos las señales.

El primer punto de referencia es el restaurante que encontraréis al tomar el camino. Este es el único lugar donde podréis comer ya que la playa no cuenta con ningún tipo de servicio. Seguiremos caminando durante una media hora por el Camí de Cavalls y en nuestro recorrido dejaremos atrás algunas pequeñas calas donde podremos descansar si el camino se nos hace cuesta arriba. No es un camino de gran dificultad pero sí es cierto que está expuesto al sol y que al atravesar zonas arenosas andar se hace más costoso.

Como he dicho la cala es amplia por lo que podremos elegir entre la zona más rocosa o el arenal. La zona rocosa la encontraremos en el lado derecho del camino. Es una zona donde se practica el nudismo y cuyas rocas dibujan curiosas formas producto de la erosión. Los fondos de esta zona son rocosos y con gran variedad de especies. Agua tranquila y distintas zonas de baño. Si somos más de arena tendremos que continuar caminando, aunque junto a esta zona que menciono tenemos ya un pequeño espacio sobre el que clavar nuestra sombrilla. El gran atractivo de Cala Pregonda se encuentra al final del camino. Se trata de una zona de arena más dorada que las de las playas del sur pero con el mismo encanto y color cristalino de sus aguas. Cuanto más caminemos por la orilla de este entrante más tranquilidad y belleza encontraremos. Ante nosotros quedará el Escullar de Pregonda y la figura recortada por el viento que da nombre a esta cala ya que tiene forma de una mujer orando (pregando).

Dejo para el final de nuestro periplo septentrional Cala Tortuga. Se encuentra en la zona norte pero al este de la isla, bajo Far de Favaritx, que podréis visitar en esta excursión ya que está muy cerca de la cala. Esta cala, junto Presili, se encuentra en el parque natural S’Albufera des Grau, por lo que para acceder hasta ella tendremos que hacerlo caminando algo más de un kilómetros (1,9 kilómetros para ser exáctos). Para llegar tendréis que tomar la carretera que lleva hasta el Faro de Favaritx y no abandonarla. Atravesaréis unas puertas que indican que es propiedad privada y tendréis que continuar hasta que al lado de la carretera veáis los carteles que indican el sendero hacia la cala. Antes de ese sendero se encuentra el aparcamiento para estacionar el coche. En el acceso al camino, que no es otro que el Camí de Cavalls, aparece un letrero indicándonos la distancia a Cala Tortuga y Cala Presilli; esta última se encuentra a menor distancia (800 metros), el desvío hacia Presili aparece a mitad del camino que lleva hasta Tortuga. Recomiendo no hacer el camino en chanclas y que no os falte el agua. Ambas calas carecen de servicios.

Podemos concluir nuestra jornada en las playas del norte viendo anochecer desde el faro Punta Nati. Se construyó para evitar los continuos naufragios que se producían en la costa norte de Menorca. Es el faro más cercano a Ciudadela y desde allí no tendrás problema en llegar a él ya que se encuentra bien indicado. Una vez tomes los desvíos y antes de llegar a ver anochecer tendrás que aparcar el coche y recorrer unos cuantos metros caminando. Te recomiendo que lleves algún tipo de linterna para la vuelta.

Para terminar con este bloque quiero recordar que nos encontramos ante un espacio natural de gran valor, por lo que, además de ser conscientes de ello, estamos en la obligación de respetarlo y cuidarlo. Para quienes fumen aconsejo que recojan sus colillas en vez de esconderlas en la arena; para quienes lleven bebidas, comida con envoltorios… No está de más echar en la mochila una bolsa que nos sirva de basura. Si queremos mantener el paraíso habremos de preservarlo.

Como comentaba al principio Menorca ofrece un montón de posibilidades para realizar diversas actividades y sobre todo posee una gran variedad gastronómica. Seguramente Mahón será el primer lugar de la isla al que llegaremos. Visitarlo es una buena opción para el día de nuestra llegada o nuestra salida. Podemos pasear por su casco histórico, su zona portuaria y visitar La Mola, fortaleza militar.
Otro punto de interés turístico es Binibeca Vell, un pueblecito, al sur de la isla, construido en la década de los setenta imitando las antiguas casas de pescadores. Para llegar desde Maó tendréis que tomar el desvío a Sant Lluís y simplemente seguir las indicaciones.

Cova d’ en Xoroi, como no. Localizado al sur de la isla se trata de un espacio situado en un acantilado con unas imponentes vistas no aptos para quienes tengan vértigo. Se trata de una cueva-bar, más bien discoteca, formada por diversas terrazas y bañada por un ambiente chill out. Los precios de las entradas varían según horas y sesiones, aunque suele ir acompañada por una consumición. Para llegar tendréis que ir dirección Cala en Porter (zona muy anglosajona, por cierto) y desde allí seguir las indicaciones hacia la Cova.

Cambiamos el rumbo y nos dirigimos hacia el norte de la isla para degustar el plato estrella de Menorca: La Caldereta. Nuestro destino: Fornells, un pueblecito a la orilla del mar donde cocinan la caldereta con mucho fundamento. El precio ronda los 70€ por persona; en el puerto de Ciudadela podéis encontrar la caldereta un poco más económica pero lo cierto es que el nivel de la caldereta de Fornells es muy alto. Os recomiendo sobre todo que si vais a probar una caldereta reservéis con antelación. Sa Llagosta es una muy buena opción. Un sitio con mucho encanto, muy acogedor, con terraza y con personal muy competente. Mientras se cocina la caldereta y si tenéis la oportunidad os recomiendo probar las escupiñas con sorbete de manzana ¡Deliciosas!

De camino hacia vuestra caldereta (o de vuelta…) os recomiendo que hagáis un pequeño alto en el camino y que os desviéis hacia el Monte del Toro. Allí se encuentra un magnífico mirador desde el que podréis ver todo Menorca e incluso en los días más despejados se divisa Mallorca. Para llegar debéis dirigiros hacia Es Mercadal, desde la carretera general, y desde allí, siguiendo las indicaciones hacia Monte del Toro, tendréis unos cinco minutos aproximadamente en coche.

Faro de Cavallería: Uno de los faros más espectaculares y situado en la zona más septentrional. Para llegar tomaremos la misma dirección que para Cala Pregonda y seguiremos las indicaciones hacia el Faro en lugar de hacia las playas. A él llegaremos a través de una estrecha carretera. El faro nos ofrece un paisaje espectacular, no sólo por sus vistas, sino porque la erosión lo ha convertido en un paisaje que recuerda a la luna, incluso en días nublados tiene un encanto especial.

Antes de llegar a Ciutadella podemos visitar algunos yacimientos talayóticos como la Naveta de Tudons, un monumento funerario que sólo podemos encontrar en la isla y construido unicamente por piedras, sin cemento o ningún otro tipo de material de unión.

Ciudadela y su señorial casco antiguo. Aquí podemos visitar la Catedral de Santa María cuya entrada incluye también la visita al Claustro del convento de San Agustín, que alberga exposiciones de arte. El Mercat des Peix es el mejor lugar para comprar pescado fresco, además a su alrededor existen restaurantes en los que poder disfrutar de una buena cena; sin dudarlo os recomiendo Ulisses, un lugar cuyo personal destila profesionalidad, amabilidad y cercanía. Platos exquisitos y auténtico pescado fresco que tú mismo puedes ver y elegir. Y como broche a la velada puedes degustar uno de sus magníficos cócteles.

Otras opciones donde comer o cenar en Ciudadela son las que a continuación te propongo: Raco des Palau, situado en el callejón Carrer del Palau, 3, ofrece platos típicos y contundentes cuyos precios no son nada desorbitados, con la posibilidad de comedor o terraza. Lo recomiendo para comer ya que además tiene un horario de cocina bastante amplio.

Muy cerquita tenemos otra opción para tapear o perfecta para cenar: Moriarty, un nuevo establecimiento dedicado a las tapas y raciones de calidad. Y si queréis vivir una experiencia completamente diferente no os perdáis Cuk-Cuk experience. Elena y Alex te abren las puertas de su acogedora casa menorquina en la que os esperan varios tipos de talleres, tanto culinarios como de cócteles. Su filosofía «cocina y come» no sólo te enseñará a cocinar platos típicos de Menorca o de otras culturas sino que te brinda la oportunidad de conocer gente de cualquier parte del mundo. También muy cerca del centro de la ciudad podéis visitar Mon, en Passeig Sant Nicolau nº4, un lugar con encanto y con un menú perfecto para cenar por 20€.

Y para concluir nuestro periplo menorquín nada mejor que hacerlo en el Cap de Artrutx. Esta zona, situada al sur de Ciudadella y a la que podréis llegar siguiendo las indicaciones desde la carretera principal de Ciudadella, es una de las mejores para ver anochecer desde sus acantilados. Para llegar hasta ellos tendréis que continuar hasta el Faro de Artrutx y desde allí veréis una puesta de sol que seguro no os deja indiferentes, al igual que tampoco lo hará el restaurante que dicho faro alberga: Restaurante Far d’ Artrutx. Desde él también podréis observar un bonito atardecer pero os recomiendo que nos os vayáis sin probar su maravilloso arroz caldoso con bogavante. Merece la pena cerrar vuestra visita con este broche de oro.

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